Función de los jugadores de Handball
Portero
(ante un lanzamiento de 7 metros)
El guardameta de balonmano es el
único jugador, que dentro del área de 6 metros, puede dar los pasos que quiera
con la pelota en las manos, sin necesidad de hacerlo botar. También es el único
que puede tocar la pelota con sus piernas, aunque sólo para parar los tiros. No
puede patearla ni dar pases con ellas. Fuera de dicha área debe comportarse
como cualquier otro jugador del campo. Usualmente llevan protección en la
entrepierna y pantalones largos para protegerse de los lanzamientos.
Los extremos se colocan uno a cada
lado de los laterales. Suelen ser jugadores rápidos, ágiles, poco pesados y con
gran capacidad de salto. Aprovechan al máximo el terreno de juego para abrir
las defensas y generar huecos. Comienzan las jugadas de ataque estático desde
su posición. Pueden convertirse en una fuente constante de goles cuando se
juega contra defensas abiertas (como el 3-2-1).
Los laterales se sitúan uno a cada
lado del central. Suelen ser jugadores altos y corpulentos con un potente
lanzamiento. Se utilizan para romper defensas cerradas desde la línea de 9
metros. Son los que asisten en la mayoría de ocasiones a los extremos por su
proximidad.
El central es el eje del equipo. Él
es el que manda en ataque y defensa: marca las jugadas, coloca a los jugadores
e indica desde donde deben comenzar los ataques estáticos. Además suele ser un
jugador rápido de reflejos y con mucha táctica.
Finalmente, el pivote es el encargado
de internarse en la muralla defensiva y abrir huecos donde sea posible. Son
jugadores robustos, que funcionen bien en el cuerpo a cuerpo. Sus movimientos
pueden dejar paso libre a los laterales, pero también se convierten en
goleadores cuando reciben un buen pase y se giran con velocidad hacia la
portería.